Poco se ha escrito sobre la industria de la pornografía. Quizá porque poco se ha podido escribir hasta la fecha. Vayamos a algunos datos reales: un vídeo publicado en Pornhub se replica en otras 45 páginas web y acumula más de 5 millones de reproducciones. ¿Pero qué significan realmente esas «visualizaciones»? ¿Son números fríos o representan personas reales consumiendo contenido? La línea entre ambas se vuelve borrosa en un mundo donde la privacidad y el consentimiento son frecuentemente pasados por alto.

A diferencia de compañías como Disney, que actúan rápidamente para eliminar cualquier infracción de derechos de autor, el panorama es distinto en Pornhub. Mientras que la música pirateada desaparece en un abrir y cerrar de ojos, los videos pornográficos, incluso aquellos que violan el consentimiento de las personas involucradas, pueden permanecer en línea indefinidamente.

“Sí, acepto” aunque sea un “no” 

Detrás del telón de Pornhub se encuentra MindGeek, el segundo jugador más grande en la industria pornográfica. Con un volumen de negocio que supera los 460 millones de euros en 2018, MindGeek opera una red de acceso a más de 5 sitios web pornográficos, incluido Pornhub, que acumula más de 3 mil millones de visitas mensuales, unos 100 millones cada día. Sin embargo, el misterio y el secreto rodean a esta empresa, ya que sus empleados están obligados a mantener silencio y nunca hablar con la prensa.

La única barrera entre un vídeo y su publicación en Pornhub es una simple confirmación de consentimiento por parte del usuario. Un clic de «Sí, acepto» es todo lo que se necesita para que cualquiera pueda convertirse en el protagonista de un video porno.

Desnudando al gigante 

Vamos a profundizar un poco más. En diciembre de 2020, un artículo explosivo del New York Times destapó una serie de problemas graves en Pornhub, incluyendo la presencia de contenido ilegal como pornografía infantil, violaciones, venganza pornográfica y material robado. A raíz de esto, Pornhub se vio obligado a realizar una «limpieza” de miles y miles de vídeos con este contenido. Se vislumbra entonces una salida y un freno a este gigante.

El escándalo también llegó a la esfera política, con el primer ministro de Ottawa siendo interpelado para tomar medidas contra la multinacional de la pornografía. Sin embargo, a pesar de los llamamientos, la legislación necesaria para regular a Pornhub y sus similares nunca vio la luz. MindGeek continuó actuando a pasos mastodónticos.

Los números son impactantes: en 2022, uno de cada cinco títulos en la página de inicio de Pornhub describía algún tipo de violencia sexual, especialmente los de contenido sobre relaciones intrafamiliares y de incesto. MindGeek incluso va más lejos, encargando deliberadamente contenido como el recién mencionado para atraer a una audiencia cada vez más exigente, que busca más y más.

MindGeek pisotea sin mirar atrás

Para MindGeek, el dinero lo es todo. Esta monstruosa multinacional busca generar la mayor cantidad de ingresos posible sin preocuparse por las repercusiones éticas o sociales de sus acciones. ¿Cómo? Con publicidad… y no precisamente con anuncios de Zara. Esta es su principal fuente de ingresos, contribuyendo con aproximadamente el 50% de sus ganancias, lo que equivale a unos 230 millones de euros. Y para conseguir esos ingresos, los empleados están bajo la constante presión de autorizar la mayor cantidad de vídeos posible, sin importar las consecuencias.

Además, dato curioso: en caso de que un usuario no sea el protagonista del vídeo que publica, puede perder los ingresos de los anuncios…pero el vídeo permanece en línea. ¿Y a dónde van sus ganancias? Directas al bolsillo de los dueños de Pornhub.

Esto continúa de forma desmedida. En marzo de 2023, MindGeek cambió de manos, pasando a ser propiedad de varias sociedades con sede en paraísos fiscales como las Islas Vírgenes Británicas. El nuevo grupo, denominado Aylo, está apoyado por un fondo de capital llamado ECP, Ethical Capital Gruop. (El nombre merece un todo un premio a la contradicción). Sus accionistas son anónimos e inaccesibles: una capa más de opacidad a esta ya oscura industria.

En resumen, detrás de la aparente fachada de “entretenimiento” de Pornhub y MindGeek se esconde una realidad mucho más sombría. La falta de regulación, la explotación de la privacidad y el consentimiento, y el enfoque implacable en los beneficios financieros son solo algunas de las preocupaciones que rodean a esta industria. La pregunta que queda en el aire es: ¿a qué costo estamos permitiendo que esta industria pornográfica prospere en el mundo digital?

Referencias:

https://www.rtve.es/play/videos/la-noche-tematica/porno-negocio-despiadado/15962738/

 https://www.nytimes.com/2020/12/04/opinion/sunday/pornhub-rape-trafficking.html