Bien sabemos que, a día de hoy, el contenido de los vídeos pornográficos queda muy lejos de la realidad, y la falta de otras fuentes de información más realistas convierten a la pornografía en el único referente. Las personas que consumen pornografía normalizan así conductas que tienen detrás mucha información sobre el tipo de comunicación, responsabilidad y cooperación entre los miembros, asumiendo que la «regla” es lo que se ve en dichos vídeos para que, después, se pueda extrapolar a sus realidades.
¿Cuál es la relación entre la pornografía y la prostitución, las actitudes y creencias derivadas del consumo y la cosificación y sexualización del cuerpo? Adelantamos que no hay una respuesta definitiva, porque al final, cada persona tiene su propia biografía, personalidad, educación, necesidades… y sobre todo dispone de su libertad.
Un consumo que modifica nuestras creencias
En un estudio realizado en 2020, llamado “Consumo de pornografía y su impacto en actitudes y conductas en estudiantes universitarios ecuatorianos”, los investigadores exploran cómo cambia la percepción y las actitudes ante las relaciones sexuales cuando se consume pornografía, y las diferencias significativas entre consumidores y no consumidores
Por ejemplo, conductas como agarrar del cabello a la mujer es un comportamientos que implica un grado de violencia física, normalizando unos actos que requieren saber con antelación (y esto no se muestra en los vídeos) si a la otra persona le genera placer y da su consentimiento. Algo similar ocurre con decir cosas obscenas durante la relación sexual. Aparecen ítems relacionados con los accesorios eróticos como elemento relevante para la seducción, pudiendo llegar a crear expectativas o creencias relacionadas con que sin ellos no hay una seducción óptima.
También las expectativas irreales pueden llegar a provocar pensamientos peyorativos en la persona sobre su rendimiento (las investigaciones muestran que la media de duración está entre los cinco y los trece minutos), afectando incluso a su autoestima o a su relación en pareja. Respecto a los roles en la relación sexual, se normaliza que haya una relación de dominancia y sumisión ya sea por el hombre o la mujer, de nuevo creando como norma una relación más unidireccional, cuando en la vida lo común puede ser todo lo contrario.
Tras este tipo de investigaciones, en las que se da como resultado la modificación de creencias al ver pornografía, se plantea la siguiente pregunta: si se modifican los pensamientos, ¿pueden modificarse también las conductas?
De la pornografía a la prostitución
Si bien podríamos pensar que es una deducción no fundamentada, desde hace ya muchos años existen estudios que muestran la estrecha relación entre la pornografía y la prostitución. Ballester et. al (2020) explican que “la prostitución precisa, para su demanda, un entrenamiento previo en la cosificación y sexualización de las mujeres”. Este entrenamiento forma parte de nuestro día a día y no se da solo cuando entramos a una plataforma pornográfica. Desde la industria de la música, el cine, la literatura… Hasta las campañas de marketing, con el transcurso de los años se ha ido normalizando la sexualización, sobre todo en mujeres y específicamente en el cuerpo de estas. Esta normalización instaurada respecto a la sexualización no se da sólo cuando entramos voluntariamente, sino que nos asalta constantemente por las redes sociales o webs. Dentro del mundo de la pornografía, se palpa de forma aún más exagerada. Una muestra clara de ello son los anuncios que están presentes constantemente alrededor de los vídeos que proponen encuentros sexuales “cerca de ti”.
Como ya veníamos mencionando, la falta de contextualización del acto sexual denota una cosificación de los miembros que participan en él y pasa por alto, como si no importaran, elementos fundamentales de una relación sexual saludable y consentida: la comunicación e intimidad, la responsabilidad, la cooperación… Se deriva entonces en una cosificación de la mujer que se convierte en objeto sexual. Las mujeres que ejercen la prostitución pasan a convertirse en una forma de hacer realidad estas fantasías sexuales propias de la pornografía. Canet y Martínez (2023) realizaron un estudio donde se ven estos factores de forma clara: concluyeron la existencia de una relación clara entre el consumo de pornografía y la demanda de prostitución, matizando que los jóvenes acudían a la prostitución ante prácticas sexuales frustradas con sus parejas, es decir, cuando estas no querían llevarlas a cabo.
Una investigación concluyente
A raíz de las mencionadas investigaciones, quedan respaldadas las hipótesis respecto a la relación pornografía y prostitución. Elementos como la cosificación y sexualización casi sistemática a nivel social (y presente claramente en la industria del porno) sumados a cambios de actitudes y creencias aprendidas a raíz del contenido de los vídeos instauran una base perfecta de entrada a la prostitución.
También cabe recordar que ya no se encuentra solamente en webs específicas, sino en plataformas como Onlyfans que son promocionadas a través de redes sociales constantemente, de las que se habla en podcasts de influencers conocidos, presentándose casi siempre de formas “más inofensivas” de lo que realmente son.
Por otro lado, las expectativas irreales instauradas a raíz de este contenido pueden provocar una frustración sexual no resuelta en la pareja, que acudiría a la prostitución para resolver estas prácticas o deseos que ha aprendido previamente. En estos casos surge el riesgo de desarrollar problemas de pareja que afecten no solo a las áreas sexual-afectiva, sino también interpersonal.
En conclusión, y en base a lo expuesto, podríamos hablar de la pornografía como un tipo de marketing o entrada que lleva al consumo de prostitución, y estando por lo tanto profundamente relacionadas.
Patricia Terrón García
Referencias:
Merlyn, Marie-France, Jayo, Liliana, Ortiz, Doris, & Moreta-Herrera, Rodrigo. (2020). Consumo de pornografía y su impacto en actitudes y conductas en estudiantes universitarios ecuatorianos. Revista psicodebate: psicología, cultura y sociedad., 20(2), 59-76. Epub 01 de julio de 2020. https://dx.doi.org/10.18682/pd.v20i2.1871
Gutiérrez, A., & Cuervo, A. (2023). Links Between Pornography Consumption and Demand for Prostitution. Evidence from Academia and Activism. Multidisciplinary Journal of Gender Studies, 12 (2), 142-162. http://dx.doi.org/10.17583/generos.11944
Fotografía de Matheus Viana, vía Pexels.