Con el paso de los días, el ciberespacio está ocupando nuevas esferas de nuestras vidas hasta el punto de encontrarnos, en palabras de Gámez-Guadix, Montiel y Agustina (2020), ante “un nuevo paradigma que promueve la superficialidad de las relaciones, las comparaciones interpersonales, el culto al cuerpo y la hipersexualización”.

No es de extrañar que, fruto de esta tecnologización, aumenten los riesgos derivados de las prácticas que se llevan a cabo dentro de este espacio, entre los que se encuentran el sexting.

El estudio de este fenómeno no es tarea fácil, principalmente por la falta de estudios al respecto, menos aún desde una perspectiva criminológica capaz de dar respuesta a la problemática creciente en jóvenes y adultos que lo practican.

Uno de los casos más llamativos fue el de la empleada de Iveco, que terminó quitándose la vida tras el acoso sufrido por sus compañeros al difundirse un vídeo de contenido sexual en el que aparecía y que había sido difundido por su expareja.

Para conocer más de cerca esta realidad, se realizó una encuesta a 347 personas de entre 18 y 55 años. Más de la mitad de los encuestados consumían pornografía, hecho que se relacionaba directamente con la práctica de sexting. El 84% de las personas que practicaban sexting, consumían pornografía, así como el consumo de pornografía se encontraba también directamente relacionado con la adopción de comportamientos de riesgo tales como consumo de alcohol, drogas y práctica frecuente de relaciones sexuales con personas diferentes.

Otro hecho significativo es que las jóvenes y adolescentes eran las que más se veían presionadas a la hora de enviar contenido erótico por parte de hombres, así como ellas se han visto más afectadas por las consecuencias negativas (burlas y amenazas, principalmente) tras enviar imágenes y vídeos de contenido íntimo (11% de mujeres frente a 3% de hombres). Asimismo, el sesgo de género también se encuentra presente cuando el 9% de las mujeres han sido consideradas unas “guarras” por practicar sexting, frente al 1% de los hombres que fueron considerados como tal.

También resulta llamativo el hecho de que un 10% de los hombres encuestados que habían recibido contenido íntimo, admitió haberlo difundido entre sus amigos sin el consentimiento de la persona que lo había enviado, frente a un 3% de mujeres que admitió también haber difundido el contenido recibido sin el consentimiento de la otra persona.

Con todo lo anterior, se evidencia la necesidad de crear estudios que profundicen en este tipo de fenómenos, atendiendo a su genealogía, a las variables implicadas en el mismo, así como en los riesgos asociados que, en muchos casos, pueden llegar al ser fatales. La mayoría de estos riesgos se dan entre la población adolescente que, en pleno desarrollo psicosocial, encuentran nuevas formas de experimentar su sexualidad que pueden acarrear consecuencias nocivas para su salud física y emocional.

No se trata de condenar de entrada una práctica por la existencia de los riesgos analizados, pero sí se observa que debido a la inseguridad propia de Internet es frecuente advertir los peligros psíquicos que conllevan estas actuaciones, además de una descontextualización de la sexualidad. Al final, tal y como demuestran diversos estudios como el de Gutiérrez Morales, 2014, es más efectiva la educación y prevención, que las sanciones y castigos frente a posibles delitos derivados de la difusión no consentida de contenido íntimo.

 

Irene Rodríguez Tenorio, criminóloga.

 

Bibliografía

Agustina, J. R., Montiel Juan, I., & Gámez Guadix, M. (2020). Cibercriminología y victimización online. Madrid, España: Editorial Síntesis.

Durán, L., Fernández, S., & Núñez, L. (2019, mayo 29). Una empleada de Iveco se suicida tras viralizarse en la empresa un vídeo sexual. El Mundo.

Gutiérrez Morales, I. M. (2014). Cyberbullying and sexting; opinions and suggestions from college students. Multidisciplina, 93-119.

Rodríguez Tenorio, I (2020) Evaluación criminológica de factores de riesgo en el sexting. Propuesta de intervención en centros educativos [Trabajo fin de máster, Universitat Oberta de Catalunya]