En nuestra sociedad, el sexo apenas se considera un tema tabú, con la excepción de la educación en casa y muchas veces en la escuela. En las redes sociales, como TikTok o Instagram, se encuentra contenido que hace referencia a este tema sin reservas. Una de las grandes evidencias es el reciente aumento en ventas de juguetes sexuales, de los cuales se habla cada vez con menos tapujos, como podemos ver en internet y diferentes plataformas, a través de anuncios, influencers que los publicitan, etc.

Por un lado, que el sexo deje de ser un tabú representa un avance: se permite hacer mayor concienciación sobre la salud sexual, enfermedades de transmisión sexual, sobre la protección necesaria o sobre aspectos más sociales como aprender a decir que no en caso de no quererlo. Ahora, las parejas no tardan en buscar ayuda cuando su vida sexual está sufriendo cambios amargos, y encontrar información sobre la salud sexual no es tan complicado como lo era antes. Sin embargo, cada moneda tiene dos caras, y siempre conviene informarse y aprender sobre ambas.

Los datos, contundentes

Según la XI Edición del Barómetro ‘Los españoles y el sexo’, un estudio publicado cada año por Control para analizar las tendencias y hábitos del bienestar sexual actual de los españoles, un total de 60% de los adultos entrevistados afirma que usa juguetes sexuales con frecuencia para mejorar su ‘autoplacer’. Únicamente un 20% de los adultos entrevistados afirman nunca haber experimentado con complementos sexuales, tales como juguetes o lubricantes.

La demanda de los juguetes sexuales ha crecido en un 97% en España en apenas dos años, desde 2021 a 2023, según un estudio publicado por el comparador de precios Idealo, el cual analiza la demanda de juguetes sexuales en varios países europeos. Según este análisis, España es el segundo país donde más han crecido las búsquedas, por detrás de Francia, cuyo incremento asciende al 154%.

Otro estudio publicado por Diversual en junio del 2023, con una muestra de alrededor de 5.000 españoles de entre 18 y 60 años, afirma que el 61,3% de las personas encuestadas posee de 2 a 5 juguetes sexuales, siendo la media en España de 4,32 juguetes. Este auge en ventas, el cual se evidencia claramente en datos, no se trata de algo lejano, sino de una realidad en la sociedad española actual.

¿A qué se debe el éxito?

Son muchos los factores que han provocado la reciente popularidad de estos complementos. Quizá, el principal disparador de ventas consiste en una mayor disponibilidad de tiendas online. Éstas hacen de la experiencia de compra, una experiencia mucho más anónima, disponible y conveniente de lo que era antes. Fue este mismo factor el que propició que, en la pandemia, el consumo de estos productos se disparase como nunca antes.

Asimismo, el marketing online ha potenciado que estos productos ganen en visibilidad y normalización, como es el ejemplo expuesto de Raquel Córcoles en Instagram. En la mayoría de anuncios, se presentan los productos como capaces de promover el bienestar sexual, satisfacer las necesidades y añadir al disfrute y creatividad de la sexualidad.

Otro factor decisivo es la revolución tan marcada que ha vivido la industria de estos productos. Por ejemplo, el precio de los productos ha pasado de ser muy elevado a uno perfectamente asequible. Adicionalmente, la industria actual muestra una vastísima variedad de productos, los cuales cumplen cada vez más con las expectativas de los consumidores. Esto se debe en especial a la incorporación de nuevas tecnologías. Ahora los productos sexuales presentan mayor duración gracias a las baterías, nuevas técnicas y funciones, chips de memoria, o incluso control a distancia. Por último, el cambio de diseño en estos productos ha aprendido a atraer el interés de sus usuarios, ya que han pasado de ser objetos sexualizados y llamativos, a objetos de apariencia elegante, discreta y menos explícita.

Además, no hay que olvidar un dato muy importante: la industria de la pornografía conoce el auge de este mercado, y qué mejor lugar que los grandes portales de contenido sexual para anunciar este tipo de juguetes. Según aparece en el reciente libro La industria pornográfica en Internet, en los cuatro grandes sites analizadas, estos anuncios suponen en torno a un 10% de toda la publicidad exhibida. Si tenemos en cuenta las cifras millonarias de usuarios de estas plataformas, es fácil adivinar que un número alto, en cifras totales, accederán a estas compras.

Sin embargo, el factor que quizá sea más relevante es el cambio de la percepción social acerca de la sexualidad. Ha sido el diálogo abierto en las redes sociales y programas, junto a movimientos como el feminismo o la comunidad LGTBI, los que han jugado un papel fundamental en la desestigmatización de estos productos. Nuestra sociedad se abre cada vez más a una cultura de aceptación y exploración del placer sexual propio. Gran parte del marketing alrededor de estos productos se centra en la idea de que el ‘bienestar sexual’ es parte integral de la salud en general.

En busca del placer, ¿y de la conexión?

Aprender sobre el disfrute del placer sexual es positivo, y contribuye a la satisfacción interpersonal en las relaciones, entre otros beneficios. Sin embargo, existen aspectos que indican que no todo son argumentos a favor.

El estudio realizado por Diversual mencionado previamente, con una muestra de alrededor de 5.000 adultos, evidencia un aspecto llamativo de la tendencia actual en el uso de los juguetes sexuales. Un 23,5% de los entrevistados refiere usar un juguete sexual en solitario de 2 a 3 veces a la semana, junto a un 21,3% que lo usa 1 vez a la semana, y un 7,3% que lo usa 4 a 7 veces por semana. Esto hace un total de 52,1% de personas que acuden al juguete sexual en solitario mínimo una vez a la semana.

En un estudio reciente (Leguina y Macarron, 2024) sobre la soledad en España recoge que en 1970 había 660.000 personas viviendo solas frente a los 5,4 millones de la actualidad. Quizá con este panorama actual, ¿los juguetes sexuales serán el sustituto de las relaciones humanas?

Como bien sabemos, el sexo no sólo se trata de la búsqueda del placer, sino que incluye muchas otras cosas: comunicación (que no siempre es fluida), relación, conexión con otro, expectativas, cuerpos reales y distintos… Nuestra sexualidad se compone de distintas dimensiones que van mucho más allá de la biológica. Sin embargo, el uso de la pornografía evidencia una realidad que antes no era tan común: obtener un placer inmediato y de forma aislada. En esta misma dirección apuntan las tendencias de uso de los juguetes sexuales.

Por otra parte, un aspecto interesante, en especial para la mujer, debido a su propia fisiología, es que el uso de «juguetes » cada vez más sofisticados que distan tanto de la relación sexual real, conviertan una relación sexual en algo poco estimulante. Algunos estudios muestran estas dudas. Se podría en este caso asemejar a lo que le ocurre normalmente a los hombre con la pornografía, por ser un estímulo supernormal.

En cualquier caso se observa una creciente necesidad de prestar más atención al tipo de placer al que recurrimos. Quizá la cultura del “sexo despersonalizado” no sea lo mejor para nuestro bienestar. La búsqueda exclusiva del placer puede volverse una búsqueda traicionera, que no sólo lleva a diferentes adicciones, sino también a la cosificación, la desconexión, la hipersexualidad y problemas sexuales como la impotencia. Según explica Lucía Jiménez, sexóloga de Diversual, para un artículo del ABC, “en el bienestar de cualquier persona intervienen muchos factores. Cuanto mayor equilibrio exista entre todos ellos, mayor será la satisfacción personal”. Esta sexóloga recomienda no usar “el juguete para reducir el erotismo al orgasmo inminente porque, si es así, se corre el riesgo de perderse la amplitud y los matices del sexo, además del riesgo de caer en una adicción”.

 

Referencias:

Estudio realizado por Diversual (junio 2023) https://www.diversual.com/es/blog/279-estudio-sobre-juguetes-eroticos

XI Edición Barómetro ‘Los españoles y el sexo’ https://control.es/blogs/sexpert/el-barometro-del-sexo-vol-i?srsltid=AfmBOoqSqG3H5SbN2ALLTaT8x7w1Wz_Cfv_1TRPkcH4c6kuUDIXwK3PJ

The Objective “La demanda de juguetes sexuales crece un 97% en España en apenas 2 años” https://theobjective.com/lifestyle/2023-08-14/demanda-juguetes-sexuales-espana/

Ballester, Ll y Sedano, S. (coords). (2024) La industria pornográfica en Internet. Ed. Octaedro.

Kwakye, A.S. Using Sex Toys and the Assimilation of Tools into Bodies: Can Sex Enhancements Incorporate Tools into Human Sexuality?. Sexuality & Culture 24, 2007–2031 (2020). https://doi.org/10.1007/s12119-020-09733-5

ABC “¿Pueden llegar a ser adictivos los juguetes sexuales?” https://www.abc.es/bienestar/psicologia-sexo/sexualidad/pueden-llegar-adictivos-juguetes-sexuales-20231207174406-nt.html