Acaba 2018, un año en el que la industria pornográfica ha seguido creciendo, y su acceso y contenido continúan sin regulación. Pero hay esperanza, se escuchan nuevas voces que empiezan a crecer y, por nuestra parte, desde la plataforma ciudadana Dale Una Vuelta tenemos intención de seguir ofreciendo información y ayuda a quien lo desee.

Este año hemos aprendido mucho sobre cómo influye la pornografía en los consumidores. Ofrecemos algunos resultados de nuestra encuesta abierta en la web: “Sí, consumo porno, pero… ¿estoy cerca de una adicción?”, que acumula más de 5000 respuestas.

El porno es un problema de hombres. El 88,36% de nuestros participantes en la encuesta son hombres, en contraste con el 11.64% de mujeres. Parece que son ellos los más interesados en conocer si existe un problema con su consumo de pornografía. Este dato se ve apoyado por la ingente cantidad de estudios que afirman que son mayoritariamente hombres los que consumen pornografía asiduamente.

Problemas en diferentes áreas de la vida. Un 47,5% de los participantes refieren haber sufrido dificultades en su vida familiar, social, académica o laboral. La pornografía afecta a diferentes ámbitos de la vida y puede entorpecer el desarrollo de las personas en los proyectos que se proponen en su día a día. Entonces… ¿por qué la seguimos consumiendo?

Incapacidad para controlar: Casi el 50% de estas personas han indicado que no pueden dejar de ver pornografía, quizás es esta incapacidad lo que le lleva a esclavizarse al consumo, sin tener en cuenta las consecuencias reales que pueda estar desarrollando en su vida.

Si no tengo porno, me enfado. El 35% de los participantes refieren sentir enfado, ansiedad o decepción si no pueden acceder al contenido sexual. Este comportamiento recuerda al síndrome de abstinencia de otras adicciones cuando no tienen cerca la sustancia.

Pornografía como recompensa. Si termino un trabajo, veo porno. Si he tenido un día estresante, porno. Si tengo que celebrar algo, pues porno. Si tengo que ahogar las penas, más porno. El 50,64% de nuestros participantes utilizan la pornografía como un premio tras una actividad placentera o desgastante, un gran indicativo del modo disfuncional en el que puede llegar a utilizarse la pornografía.

A la vista de los resultados, no todos los participantes están cerca de una adicción, y nos alegra. Pero sí es cierto que un gran porcentaje se puede ver afectado de forma perjudicial por la pornografía, de una manera u otra.

Un punto interesante para reflexionar es si las consecuencias del consumo de pornografía giran únicamente en torno a la adicción, o sí además, las personas que consumen pornografía sin un consumo problemático, pueden también estar distorsionando su visión sobre la sexualidad y las relaciones humanas.

Feliz 2019 de todo el equipo de Dale Una Vuelta. Seguiremos ahí. Con nuevas ideas, nuevos proyectos y más ilusión que nunca. El sexo merece la pena, las personas más.