A todos los padres nos llega ese momento en el que nuestro/a hijo/a adolescente nos pide un teléfono móvil. Y unos antes, otros después, acabamos cediendo a esa insistente petición y los niños tendrán en su mano una herramienta que tendremos que enseñar a utilizar.

Dar un smartphone a un niño de unos 10, 12 o 14 años puede estar lleno de ventajas si sabemos usarlo bien: es un elemento socializador, una fuente de información inagotable, una biblioteca musical, un espacio de juego y entretenimiento, una ventana abierta a un mundo lleno de posibilidades… Sí, pero también de peligros. ¿Hay alguna forma de protegerles?

Hemos hablado con Cristina Meléndez, autora del libro “#Socorro! ¿Qué hace mi hijo en las redes sociales?”, una guía más que recomendable para padres que crecimos en la época analógica y en la que podemos encontrar muchas ideas para afrontar la educación en el buen uso de las redes sociales.

 

  • ¿Cuáles son los principales riesgos a los que está expuesto un niño-adolescente con un móvil?

El principal riesgo es que por su ignorancia y falta de experiencia y de criterio, el niño se encuentre con contenido y con personas que no le hagan ningún bien y no sea capaz de gestionar. Además, el uso de un móvil (tipo smartphone), sin caer en el abuso, exige mucha responsabilidad y fuerza de voluntad que a edades tempranas es difícil tener.

  • ¿Las tecnologías son adictivas para los niños?

Las tecnologías son adictivas para todos. ¿Cuántos adultos sufrimos de nomofóbia (miedo a salir de casa sin el móvil)? ¿Cuántas veces al día miramos la pantalla para ver si tenemos algún mensaje? ¿Cuántas personas viciadas con Candycrash y juegos similares? Si a nosotros nos cuesta controlarnos, ¿cómo va a ser más fácil para un niño que para un adulto el autocontrol? Son adictivas y por eso requieren mucha supervisión y control de horarios por parte de los padres.

«El uso de un móvil exige mucha responsabilidad y fuerza de voluntad que a edades tempranas es difícil tener»

  • ¿Qué podemos hacer los padres para protegerles contra la pornografía?

La mejor protección es la educación. Cuando son pequeños, los sistemas de control parental pueden ayudar a evitar que se encuentren accidentalmente con material que no estaban buscando. Cuando ya tienen una edad en la que se pueden saltar estos controles o recurrir a la pornografía en los dispositivos de otro amigo, lo único que les puede proteger es la educación de su criterio que hayan recibido. Y para educar el criterio, en cuanto a pornografía o cualquier otro tema, no basta decirles que eso está prohibido o que es malo. Hay que exponer los motivos reales por los que creemos que es malo y que ellos sean los que lleguen a la conclusión de que efectivamente lo es y no les interesa. De esta forma, estemos o no delante, con o sin filtros, evitarán acceder a ello.

  • ¿Cómo podemos evitar el ciberacoso especialmente en las aulas?

Con educación y concienciación. Se debe concienciar a todos del daño que el acoso escolar provoca y de la obligación de frenarlo desde el primer momento, online y offline. Desde el punto de vista social, el estar penalizado ha ayudado a crear una mayor conciencia. Desde las familias hay mucho que trabajar en este sentido. Y desde los colegios se está intentando crear protocolos de actuación, para detectar estos casos y frenarlos lo más rápidamente posible.

  • ¿Qué es el sexting? ¿Por qué puede ser peligroso su práctica?

El sexting es el envío de fotografías o vídeos íntimos, en principio de forma consentida y entre iguales (personas de edad similar). Normalmente ocurre entre parejas jóvenes y muchas veces uno de los miembros (suele ser el chico) exige al otro este tipo de imágenes como “muestra de amor”. El problema es que quien te hace este tipo de exigencia normalmente desconoce lo que significa el amor y en cuanto la relación se rompe, suele utilizar estas imágenes para ridiculizar o incluso extorsionar a su expareja. Debemos concienciar a nuestros hijos de lo absurdo que es tener que demostrar de esta manera el amor a nadie y lo importante de respetar la intimidad propia y la de los demás.

  • ¿Qué es el grooming?

El grooming en cambio existe cuando un adulto se hace pasar por menor y engaña o camela al niño para que envíe fotos o vídeos íntimos, con una finalidad sexual. Muchas veces se queda en un intercambio online que además de machacar la autoestima del niño, le atrapa en una serie de amenazas y exige cada vez más. Alguna vez puede incluso acabar en abusos físicos, con lo cual no se trata de un juego, es un tema muy serio que se debe cortar de raíz. Los niños deben evitar conversaciones, especialmente si van subiendo de tono, con “amigos” que no conocen en la vida real.

«No basta decirles que eso está prohibido o que es malo. Hay que exponer los motivos reales por los que creemos que es malo y que ellos sean los que lleguen a la conclusión de que efectivamente lo es y no les interesa»

  • ¿A qué edad crees que es bueno comenzar a hablar a nuestros hijos de los peligros de las tecnologías?

Los niños empiezan a utilizar las tecnologías prácticamente desde que son capaces de manejar sus manos. Muy pronto empiezan a ver vídeos en nuestros dispositivos, a enviar whatsapp a los abuelos,… Tenemos que acostumbrarnos a pensar que las tecnologías son una faceta más de nuestras vidas y hay que educar en un buen uso, desde siempre. Igual que les enseñas a no abrir la puerta a un desconocido, les dices que no se acepta la amistad o conversación de un desconocido en un videojuego ni en una red social.

  • ¿Cómo se puede ayudar a un adolescente que ha caído en consumo de la pornografía?

En mi opinión, lo único que le puede sacar de ahí es el autoconvencimiento de que eso no le hace ningún bien. El placer que puede provocar es hueco y en el fondo te llena de vacío, de ansiedades que no se llegan a saciar. Lo mejor es explicar, antes de llegar a este punto, a los hijos el por qué deben evitar la pornografía (explotación de la mujer, haces ricos a los que trafican con seres humanos, te autoengañas sobre lo que es una relación sexual, te muestran miembros y cuerpos que no son casi nunca naturales ni realistas, los actos sexuales no son como en la vida real, te producen una sensación de placer que no lleva a nada cuando descubres que no satisface, que aumenta la soledad, etc). Si el adolescente tiene realmente un problema de adicción, creo que lo mejor es pedir ayuda a un psicólogo especialista.

  • ¿Qué recursos tenemos los padres para formarnos y educar mejor?

El primer recurso es el uso del sentido común y el dedicar tiempo real a educar a los hijos, conversar mucho con ellos, compartir sus intereses. Es muy importante, también,  acompañarles en el uso de las redes sociales, sobre todo cuando empiezan a utilizarlas. Para formarnos, existen cursos en los centros escolares, en los ayuntamientos, etc. Hay emisoras y programas que también ayudan a los padres en este sentido. También hay varios blogs interesantes y libros de todo tipo. Yo os invito a conocer mi blog: www.mihijoylasrrss.wordpress.com y si tenéis alguna duda concreta, podéis preguntarla para que tratemos de buscar la mejor solución. También escribí el libro “#Socorro! ¿Qué hace mi hijo en las redes sociales?” de muy fácil lectura, para explicar las ventajas y posibles riesgos de cada una de las redes sociales, y lo que deberíamos enseñar a nuestros hijos antes de dejarles navegar solos en la red (los adolescentes pueden también leerlo como guía).

Mabel Sánchez