La pornografía es por definición la presentación abierta y cruda del sexo que busca producir excitación. Su fin en sí es la excitación pura. Pero lo que a simple vista parece un consumo placentero y personal puede tener consecuencias sobre las relaciones sociales de quienes lo consumen. Ese hábito repetido se puede convertir en una dependencia sexual adictiva.

Muchos investigadores, desde diferentes disciplinas, como la psicología, sociología, medicina, etc. advierten sobre los peligros de la pornografía en todas las etapas de la vida. Y lo que en muchos casos comienza como una simple curiosidad, puede llegar a convertirse en algo más peligroso de lo que parece.

Como señala Félix López, catedrático de Psicología de la Sexualidad, “la sexualidad está supravalorada e infravalorada. Supravalorada en el sentido de que a veces se espera del sexo lo que no puede dar. Por ejemplo, hay gente que quiere resolver sus problemas de soledad y sus problemas de la vida con actividad sexual. Eso no lo puede resolver la sexualidad. Pero luego está infravalorada en el sentido de que muchas veces se tiene actividad sexual con mucha banalidad o superficialidad, con lo cual no le das valor. Sin embargo, no se tiene en cuenta su enorme riqueza, porque el ser humano es el único ser vivo que puede tomar decisiones sobre su sexualidad. Puede decir sí o puede decir no, y esto es lo que dignifica la sexualidad humana”.

Si quieres cambiar el porno por el sexo saludable podemos ayudarte. La plataforma DaleUnaVuelta.org quiere escucharte, conversar contigo, convertirse en un altavoz para concienciar a la sociedad de esta epidemia silenciosa.

No permitas que otros decidan sobre tu vida sexual. Tú puedes Darle la Vuelta. #StopPornStartSex.

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