No hay duda de que vivimos en un mundo inmerso en la tecnología. No hace falta más que pasear por la calle: móviles en mano, auriculares, pantallas LED… estamos rodeados por ella. Y aunque innegablemente la tecnología tiene su lado «oscuro” en relación con la pornografía, cuyo acceso sea tan simple como un clic, también tiene un lado «luminoso”, porque puede ayudar a superar la adicción a la pornografía y a evitar o bloquear este contenido. Es cierto que no es la única manera ni medio suficiente para ello, pero no por eso podemos dejar de tener en cuenta y proponer la opción de instalar aplicaciones que nos asistan para tener una vida mejor, más sana y libre. Se podría decir que «lo que te quita Internet, te lo devuelve Internet».

Cabe distinguir entre dos tipos de aplicaciones: las de control y las de motivación o apoyo. Las primeras son sobre todo útiles para los padres que quieran ayudar y controlar los contenidos a los que acceden sus hijos y también para personas de confianza a quienes se recurre para que asistan a la persona que tiene un problema con la pornografía. El segundo tipo de aplicaciones las gestiona cada uno: están pensadas para la gente que reconoce un problema con la pornografía y decide dejarlo motu proprio. Ambos tipos restringen el acceso a sitios web de contenidos obscenos y gran parte de las aplicaciones cuenta con filtros de contenido automáticos. Solo hace falta poner en Play Store o en la tienda de iOs “dejar la pornografía” y aparece una larga lista de aplicaciones, como MDF, Reboot, Fortify o BlockerX

Todas tienen un funcionamiento similar, aunque cada una incluye pequeñas variaciones respecto a sus compañeras. Todas ellas cuentan con una versión gratuita y una de pago (aunque, evidentemente, esta última incluye pocas opciones de gestión). Sobre BlockerX resulta interesante que existe en la versión de aplicación y también como extensión de Chrome y bloquea “todos los sitios web con contenido para adultos en tiempo real”; además, funciona tanto en navegador normal como en el modo incógnito y permite sincronizar todos los dispositivos en una misma cuenta. Cuenta también con un sistema de desinstalación que impide eliminar la aplicación. Por otra parte, Fortify es una aplicación personalizada, que permite medir el propio ritmo y concede la posibilidad de crear una comunidad con la que ir compartiendo avances, problemas, etc. MDF probablemente es la que más funciones incluye en su versión gratuita, cabe destacar entre ellas la opción de “batallar” contra un contrincante (anónimo y arbitrario) para ver cuál de los dos consigue más puntos (objetivos) en una semana. 

En general estas aplicaciones están bien valoradas por los usuarios, que destacan la motivación y el apoyo que supone tener este tipo de herramientas para superar y controlar el acceso a la pornografía. Gustan especialmente las aplicaciones que ofrecen la opción de un foro común en el que ir compartiendo las evoluciones, recaídas, logros, etc. con otras personas. 

Unido a la pornografía aparece, como de la mano, el hábito de la masturbación, muchas veces de manera compulsiva, y que constituye una de las prácticas sexuales más prevalentes. De hecho, existe el acrónimo PMO (pornografía, masturbación, orgasmo), que agrupa estos elementos formando una unidad. Para quien desee dejar este comportamiento de manera más o menos definitiva, existen aplicaciones que funcionan de modo similar, como NoFap o StopFap. En ellas se ofrecen mensajes y datos que motivadores a los usuarios.

Ante un panorama como el actual, en el que la pornografía está tan accesible y tan a la orden del día, es fundamental conocer las herramientas que permiten y ayudan a controlar los problemas que el consumo puede ocasionar. El móvil o el ordenador, que pueden ser la causa de tantas sugerencias y recaídas, también pueden convertirse en grandes cómplices de la resistencia y la recuperación.  

 

Referencias:

El Mundo

Los replicantes