La pornografía se transforma, cambia, como toda industria. Es capaz de adaptarse a movimientos sociales, cambios económicos y políticos. Actualmente, en el contexto de pandemia y aislamiento obligatorio, esta industria logra renovarse, ya que Pornhub, la plataforma de pornografía más consumida a nivel mundial, liberó su contenido premium a mediados de marzo para distintos países, como forma de alentar a sus clientes y ofrecerles un “servicio” mediante el cual pasar la cuarentena.

Es importante tener en cuenta que la “nueva pornografía” tiene ciertas características que la colocan como una de las industrias que mayores ingresos genera mundialmente: ofrece vídeos con gran calidad de imagen, es asequible (la mayoría de sitios presentan contenido gratuito), es fácilmente accesible, no tiene límites en el tipo de vídeos que comparte y permite navegar de forma anónima. Estas condiciones son clave para comprender la masiva expansión que tuvo la industria en las últimas décadas (Brage y Orte, 2019).

La noticia de la liberación de contenido premium de Pornhub fue divulgada a través de distintos medios, los cuales hicieron énfasis en cómo el sitio continuaba su actividad de forma inclusiva para quienes estaban viviendo el encierro. Sin embargo, es necesario preguntarse, ¿representa este contexto un beneficio para la industria pornográfica? Liberar su contenido, ¿es una estrategia para ganar consumidores? ¿Puede tener consecuencias el consumo de pornografía durante el aislamiento social?

Como se explica en el estudio de Brage y Orte, “¿quién produce y desarrolla la industria pornográfica? No se trata de organizaciones filantrópicas ni de particulares interesados en hacer el bien, sino de organizaciones muy agresivas, que tienen una gran capacidad de imponer su presencia en los nuevos mercados, en los medios mediante Internet y las tecnologías de la comunicación, que han llegado a todo el mundo”.

Pornhub representa la pornografía mainstream, es decir, la convencional y mayoritariamente vista. Se puede decir que es un tipo de discurso que condiciona y guía la experiencia sexual de sus consumidores. Ante el masivo alcance que tiene su contenido, la plataforma realiza estadísticas sobre el consumo de sus vídeos, clasificándolos por país, temática, sexo y horario, entre otras categorías. Durante los meses de marzo y abril, ha publicado resúmenes del consumo de pornografía a nivel mundial, en pleno auge de la pandemia.

La tormenta perfecta: pandemia, hogar y libre acceso

A partir de la observación de estos datos, se extraen consideraciones relevantes. En primer lugar, en el siguiente gráfico se puede analizar cómo el contexto de aislamiento social y expansión del coronavirus ha cambiado la oferta y demanda de vídeos, ya que a partir del 17 de marzo se observa un alto incremento en el consumo, coincidiendo en el día 24 de marzo con la liberación del contenido premium del sitio en todo el mundo. Durante el resto del mes, extendiéndose durante abril inclusive, el porcentaje de consumo se mantuvo alto en comparación a los valores previos al primer pico. Junto a la publicación de estos datos, el equipo de Pornhub asegura que la decisión de hacer gratuito su contenido fue con la intención de promover el aislamiento social.

 

Tráfico mundial Pornhub

Consumo global diario de pornografía durante los meses de marzo y abril. Extraído de https://www.pornhub.com/insights/coronavirus-update-april-30

 

Sin embargo, a pesar de que este gráfico evidencia cómo la liberación de contenido premium fue un factor clave al momento de impulsar el crecimiento en el consumo, se observan luego gráficos similares específicos para cada país, demostrando cómo el consumo de vídeos aumentó considerablemente en cada uno a partir de la implementación de la cuarentena y el trabajo en casa. Esto quiere decir que no sólo la acción de Pornhub provocó el incremento, sino también el contexto mundial en sí, lo que podría indicar que ante el aislamiento obligatorio y la ansiedad frente a la crisis sanitaria, el público estaría recurriendo a la pornografía con mayor frecuencia e intensidad.

En el siguiente gráfico, específico sobre España, se observa claramente un aumento del consumo a partir del 17 de marzo, luego la curva decrece para volver a aumentar el 24 de marzo, cuando Pornhub liberó su contenido. Esto ejemplifica cómo los países en donde ya había aislamiento social, experimentaron un aumento en el consumo de pornografía previo al que se dio a partir del anuncio de la plataforma.

 

Consumo diario de pornografía durante los meses de febrero y marzo en España. Extraído de https://www.pornhub.com/insights/coronavirus-update

 

Así, se presentan dos ejes para analizar el aumento del consumo en la pandemia. En primer lugar, cómo la industria pornográfica se amolda al contexto social para beneficiarse y atraer clientes. En segundo lugar, los efectos que el consumo genera en el individuo.

Con respecto al primer eje de análisis, se observa en lo mencionado anteriormente cómo la industria se configura a partir de los cambios sociales. En este caso, el pretexto de Pornhub para generar consumo fue promover el aislamiento en nombre de la salud. Pero, ¿qué pasa con la salud mental de su público? ¿Juega la industria con esta vulnerabilidad?

Como comenta el periodista Ismael López Fauste, objetivamente es el mejor momento para promocionar pornografía, ya que el público está en su casa a todas horas. De esta forma, se introduce como un hábito y un servicio, como lo son Netflix o Spotify. Luego de la cuarentena, es posible que haya funcionado como estrategia para ganar suscriptores. (Revolución Redactada, 2020).

Otro ejemplo de las adaptaciones de la industria puede ser el uso de lemas feministas y de la comunidad LGBTQ+ por parte de Pornhub en su sitio oficial y redes sociales, demostrando cómo la pornografía incorpora las tendencias sociales como parte de su “ética empresarial”, logrando así cierta identificación para todo tipo de consumidor y adoptando una postura aparentemente inclusiva e igualitaria. Sin embargo, puede observarse claramente cómo el significado del contenido audiovisual que comparte la plataforma se contradice con estos mensajes.

Con respecto al segundo eje de análisis, las estadísticas de Pornhub indican que el sitio recibió un total de diecisiete millones de búsquedas conteniendo la palabra “corona”, un millón con la palabra “covid” y ocho millones con la palabra “cuarentena”.

Las consecuencias futuras del consumo presente

Estas tendencias demuestran una clara proyección de la preocupación de la gente, que se refleja en su consumo de pornografía y en la fetichización del problema. Este fenómeno podría extrapolarse fuera del contexto de la pandemia, demostrando la posibilidad de que la pornografía funcione como receptora, contenedora e incluso propulsora de las inquietudes individuales y sociales. Volviendo a la situación actual, al observar un aumento generalizado del estrés y el aburrimiento por quedarse en casa, la pornografía podría funcionar como un disparador de comportamientos adictivos en la gente.

En este sentido, es pertinente desarrollar el impacto individual del consumo de material pornográfico, a partir de lo propuesto en el estudio de Brage y Orte. A nivel personal, la pornografía ocupa un lugar clave en la formación del imaginario social y sexual del individuo, especialmente en jóvenes. De esta forma, la industria toma un papel educativo, reemplazando a la familia e incluso a los padres y promoviendo conceptos como la cosificación de los cuerpos, los estereotipos de género y la violencia contra las mujeres. Como explican los autores, “la exposición de material pornográfico en la red en edades tempranas (…) distorsiona la realidad de lo que es el sexo (…) Además, incide en el autoconcepto y autoestima de todos los adolescentes consumidores de pornografía: las chicas se sienten físicamente inferiores a las mujeres que ven en los vídeos; los chicos dudan de su virilidad, piensan que no serán capaces de comportarse como los personajes que aparecen en la pornografía”.

Teniendo en cuenta lo anterior, puede aventurarse que se desarrolla en el individuo cierto proceso de dependencia con respecto al consumo de pornografía, el cual actualmente es potenciado por el estrés que provocan la pandemia y la cuarentena obligatoria. En este contexto, el material pornográfico actuaría como distracción y mecanismo de supervivencia ante el aburrimiento, miedo y aislamiento.

A modo de conclusión, es importante repensar cómo las personas se relacionan con el aislamiento y la inseguridad, así como analizar la respuesta de la industria pornográfica a estas problemáticas. ¿Qué rol cumple? ¿Qué impacto busca generar en los consumidores? Para reflexionar, López Fauste pregunta: “¿Queremos dejar nuestra sexualidad en manos del libre mercado y el neoliberalismo más crudo? Si es así, vamos a enseñar a nuestros jóvenes que todo puede comprarse y a nuestras jóvenes que todo puede venderse”.

 L. Bercholc / Universidad de Buenos Aires

 

Fuentes:

– Brage, L. y Orte, C. (2019). Nueva pornografía y cambios en las relaciones interpersonales. Barcelona, España: Ediciones Octaedro.

– Lehmiller, Justin J. (2020). How the Pandemic is Changing Pornography. Psychology Today. Recuperado de: https://www.psychologytoday.com/us/blog/the-myths-sex/202003/how-the-pandemic-is-changing-pornography

– Mestre-Bach, G., Blycker, G. R. y Potenza, M. N. (2020). Pornography use in the setting of the COVID-19 pandemic. Journal of Behavioral Addictions J Behav Addict. Recuperado de: https://akjournals.com/view/journals/2006/aop/article-10.1556-2006.2020.00015/article-10.1556-2006.2020.00015.xml

– Pornhub. (2020). Coronavirus Update – March 25th. Pornhub Insights. Recuperado de: https://www.pornhub.com/insights/coronavirus-update

– Pornhub. (2020). Coronavirus Update – April 30. Pornhub Insights. Recuperado de: https://www.pornhub.com/insights/coronavirus-update-april-30

– Revolución Redactada. (2020). Ismael López Fauste, sobre la industria pornográfica: “Le estamos dando ingresos a las empresas más herméticas y que más abusan”. Revolución Redactada. Recuperado de: https://revolucionredactadaonline.wordpress.com/2020/04/10/ismael-lopez-fauste-sobre-la-industria-pornografica/