La pornografía afecta a nuestro cerebro de dos formas: cambia su plasticidad, es decir, se modifica conforme a nuestros hábitos de consumo; y afecta a nuestras capacidades cognitivas: memoria, motivación, toma de decisiones, etc.

Cambia la plasticidad

Hagas lo que hagas, como practicar un deporte, tocar un instrumento o bailar, conlleva pequeños cambios en el cerebro a través de sus conexiones neuronales. La próxima vez que realices una de esas actividades, las conexiones se harán más rápidas y te costará menos hacerlo. El cerebro que tenemos hoy, puede ser diferente al de ayer.

¿Qué tiene que ver esto con la pornografía? Todo aquello que hagas todos los días va a dar forma a tu cerebro. Si una persona ve suficiente porno entrenará aquellas regiones cerebrales que intervienen a la hora de ver sexo a través de una pantalla.

Y… ¿de qué forma puede reconectar las conexiones neuronales? Por la fuerza de las imágenes, ya que tienen un poder enorme y cambian el concepto de belleza, aquello que considerabas normal y bello.

Y esto se produce por cómo se transmite la pornografía. Los estímulos que se presentan en una escena X -los cuerpos, las respuestas sexuales y las conductas de los protagonistas- son exageradas y extravagantes. El cerebro, por pura biología, tiende a focalizar la atención en aquellos estímulos que sean más llamativos, prefiere una versión exagerada del mundo. Por esto, el porno cautiva y engancha.

Afecta a nuestras capacidades

Por otro lado, nuestro sistema neurológico está diseñado para vincularte sexualmente con una persona real. Al vincularte sexualmente con una pantalla, algunas zonas del cerebro se modifican. Son las siguientes:

El núcleo ventral estriado es el núcleo del cerebro que se encuentra más afectado en aquellas personas que consumen pornografía con frecuencia. Además, el núcleo ventral estriado está formado por el núcleo accumbens. Estos dos núcleos forman parte del sistema de recompensa.

Este sistema es un conjunto de mecanismos que permite que asociemos ciertas actividades a una sensación de placer y nos predispone a volver a repetirlas porque es satisfactorio para nosotros. Su función es conseguir que, hagamos lo que hagamos, y por muy variadas que puedan ser nuestras acciones y opciones de comportamiento, siempre tengamos como referencia una brújula que apunte de manera consistente hacia ciertas fuentes de motivación. En concreto el núcleo ventral estriado es el encargado de regular la conducta motivada a través de la dopamina.

La dopamina es un neurotransmisor que provoca sensación de placer y que se libera cuando se consume pornografía, y en general ante cualquier estímulo agradable. Esto hace que el cerebro responda a un cambio químico y que envíe señales para repetir el comportamiento para volver a tener esas dosis de placer. La mente de una persona que consume con frecuencia porno tiene la necesidad de sentir una fuerte estimulación. Los niveles de dopamina que generaba al principio ya no le sacian, por lo que necesita más cantidad para ‘calmar’ ese hambre. Para ello buscará un material más extremo de contenido pornográfico. El cerebro de un adicto al porno es similar al de una persona que tiene dependencia al alcohol o una persona drogodependiente. El núcleo encargado de la sensación de placer es el núcleo accumbens.

Esa mezcla de emociones agradables y de sensación de placer del que se encarga el núcleo accumbens pasa al cortex prefrontal, donde la información es integrada en forma de motivación y que lleva a planear secuencias de acciones voluntarias que permiten acercarse al objetivo, en este caso, a consumir pornografía. También es uno de los lugares más relacionados con el aprendizaje, la conducta flexible y la toma de decisiones.

 El núcleo accumbens forma también parte del circuito de recompensa cerebral, teniendo una gran influencia a la hora de integrar aspectos cognitivos, motivacionales y motores, y siendo uno de los principales núcleos que permite seleccionar acciones en función de la recompensa permitiendo y automatizar tareas. También interviene en el proceso de formar hábitos. Esto es importante porque muchas de las personas que acaban con adicción al porno se encontraron con material pornográfico de forma casual, comienza a ser un hábito, ya que lo consumen de forma frecuente y en muchas ocasiones se convierte en adicción.

Además, elnúcleo ventral estriado también se encarga de regular la memoria de trabajo y la focalización de la atención. Esto es importante decirlo porque muchos pacientes que llegan a consulta con esta adicción refieren problemas de concentración en el estudio o el trabajo, olvidan citas importantes o abandonan tareas importantes.

Por otro lado, se ha visto que el núcleo caudado (uno de los núcleos del cuerpo estriado) es más pequeño en aquellos sujetos que consumen pornografía, y está involucrado en funciones cognitivas como la atención, la memoria y la propia capacidad cognitiva.

María Contreras, psicóloga y sexóloga.