Robert Jensen, escritor y profesor de Periodismo de la Universidad de Texas (Austin), es todo un veterano en el estudio de la pornografía y su relación con el feminismo, el patriarcado y la masculinidad. Entre sus libros sobre esta materia, destacan: Pornography: The Production and Consumption of Inequality, coautor con Gail Dines y Ann Russo (Routledge, 1998); Getting Off: Pornography and the End of Masculinity (South End Press, 2007) y The End of Patriarchy: Radical Feminism for Men (Spinifex Press, 2017).

Contactamos con él y accedió enseguida a esta entrevista, que agradecemos. Por el interés que puede suscitar, y para una mayor difusión, la publicamos en español e inglés.

El debate acerca de la pornografía siempre está presente. Y parece que siempre habrá corrientes a favor y en contra. ¿Cuál es tu valoración general de la situación a día de hoy, después de años de estudio, con la publicación de varios libros sobre la materia?

The debate about pornography is always present. It seems that there will always be voices for and against it. What is your general assessment of the current situation, after years of study and the publication of several books on the subject?

Estamos siendo testigos de lo que yo llamo «la paradoja de la pornografía». Durante tres décadas, tiempo durante el cual he estudiado el tema, se han venido dando, de manera clara, dos corrientes. La primera es que el contenido de la pornografía comercial heterosexual se ha vuelto más evidentemente cruel y degradante hacia las mujeres y más claramente racista. La segunda es que la pornografía se ha vuelto más mainstream y aceptable culturalmente. En una sociedad civilizada como la nuestra, ¿cómo es posible que un género se haya asentado en la cultura de masas y, al mismo tiempo, se haya vuelto más racista y sexista? La respuesta, aunque dolorosa, es que probablemente no seamos tan civilizados como creemos.

We face what I call “the paradox of pornography.” In the past three decades, the period in which I’ve been studying the issue, two trends are undoubtedly clear. First, the content of commercial heterosexual pornography has become more overtly cruel and degrading to women, and more overtly racist. Second, pornography has become more mainstream and acceptable in the culture. In a civilized society, how can a media genre move closer to the center of popular culture, and be more sexist and racist at the same time? The painful answer is that we may not be as civilized as we like to think.

«El movimiento contra la pornografía es un movimiento contra el sufrimiento (de las mujeres)», Robert Jensen. ¿Serán ellas quienes mantengan vivo este movimiento?

“The movement against pornography is a movement against (women’s) suffering», Robert Jensen. Will they be the ones to keep this movement alive?

La crítica feminista de la que parte mi trabajo ha sido, por supuesto, desarrollada por mujeres. El feminismo radical del que afloró esa crítica se ha dejado de lado no solo en la cultura, sino también en el feminismo, por una razón previsible: la crítica radical asusta a la gente. Conforme la cultura se vuelva cada vez más mordaz, confío en que el feminismo radical se refuerce.

The feminist critique of pornography from which I work was, of course, developed by women. The radical feminism out of which that critique emerged has been pushed to the margins not only of the culture but of feminism, for a predictable reason—the radical critique scares people. As the culture gets increasingly corrosive, I hope this radical feminism grows in strength.

Cada vez nos llegan más comentarios de mujeres a nuestra web en los que muestran su dificultad y perplejidad cuando descubren el consumo de pornografía de sus parejas. ¿Qué pautas pueden ayudar a estas mujeres para solucionar esos conflictos?

We receive more and more comments on our website from women who express their difficulty and perplexity when they discover that their partners consume pornography. What guidelines can help these women solve these conflicts?

No todo el mundo quiere estar en una relación monógama, pero el ser humano es, por lo general, una especie tendente al emparejamiento. En una relación íntima con una pareja, no es de extrañar que una mujer pueda sentirse engañada si su pareja se masturbara con frecuencia viendo pornografía. No es una actividad inofensiva, sino una manera en la que los hombres evitan la intimidad y el contacto con mujeres reales.

Not every person wants a monogamous relationship, but humans are generally a pair-bonding species. In intimate relationships with a partner, it’s not surprising that a woman would feel betrayed if a man was routinely masturbating to pornography. That’s not a harmless side activity, but a way that men avoid intimacy and connection with real women.

Hay voces que hablan de la necesidad de un porno educativo. ¿Es una vía posible para una mejor educación sexual, que evite la violencia hacia la mujer, o podría tener el efecto contrario al deseado: un mayor consumo de pornografía?

There are voices that claim the need for educational pornography. Is it a possible way for a better sex education that will ultimately avoid violence against women, or could it have the opposite effect to the desired one: more pornography consumption?

Está claro que necesitamos mejorar la educación sexual (al menos en EE UU, donde vivo). Pero no hay motivos para asumir que necesitamos películas con sexo explícito para enseñar a los jóvenes cómo funcionan las relaciones íntimas y la sexualidad. Los vídeos educativos pueden resultar útiles para enseñar a arreglar un motor o usar un programa informático, pero ayudar a los adolescentes a entender la sexualidad es una tarea mucho más compleja.

We certainly need better sex education (at least in the United States, where I live). But there’s no reason to assume that we need graphic sexually explicit films to teach young people about relationships, intimacy, and sexuality. Instructional videos may be useful in teaching someone how to repair an engine or use a computer program. But helping young people understand sexuality is a far more complex endeavor.

En España se está produciendo un aumento de delitos sexuales, año tras año. Un informe de la Fiscalía General del Estado ha relacionado estos delitos con el consumo de pornografía. ¿Hay estudios importantes que muestren esta relación? Es decir, ¿se puede hablar de causa, o simplemente de una variable más, entre otras muchas?

Lately in Spain there has been an increase in sexual crimes, year after year. A report by the Attorney General’s Office has linked these crimes to the consumption of pornography. Are there important studies that show this relationship? In other words, is it possible to talk about a real cause or it is simply another variable, among many others?

Tengo mis reservas a la hora de hacer afirmaciones sobre los efectos concretos de cualquier producto audiovisual.Las relaciones causa-efecto en el comportamiento humano son extraordinariamente complejas. En lugar de afirmar que la pornografía incita a la violación, sugiero decir que la pornografía normaliza la violación. La pornografía erotiza la agresión sexual masculina. Yo lo veo así: la pornografía es un tipo de narración. Y sabemos que las historias ayudan a conformar los puntos de vista de las personas. Sabemos que el punto de vista define el comportamiento humano. No tenemos duda de ello a la hora de preocuparnos por los efectos que tienen sobre nosotros la publicidad y la propaganda política. ¿Por qué no hacemos lo mismo, entonces, con la pornografía; sobre todo teniendo en cuenta que el mensaje que transmite se refuerza debido al papel que juegan esas imágenes en la excitación y el orgasmo humano? Hay que recordar —y esto es importante— que la mayoría de los hombres que consumen pornografía la utilizan como complemento de la masturbación.

I am cautious in making claims about the specific effects of any media product. Cause-and-effect relationships in human behavior are extraordinarily complex. Instead of saying “pornography causes rape,” I suggest that “pornography normalizes rape.” Pornography eroticizes male sexual aggression. I think of it this way: Pornography is a form of storytelling. We know that stories help shape people’s attitudes. We know that people’s attitudes shape behavior. We don’t doubt this when we express concern about the effects of commercial advertising and political propaganda. Why would we doubt it about pornography, especially since the messages of pornography are powerfully reinforced by those images’ role in arousal and orgasm. It’s important to remember that for most male consumers, pornography is a masturbation facilitator.

Una frase suya un tanto apocalíptica es la de «La pornografía anima al hombre a abandonar la empatía; y un mundo sin empatía es un mundo sin esperanza». ¿Reamente deshumaniza tanto el consumo de pornografía?

One of your rather apocalyptic statements is «Pornography encourages man to abandon empathy; and a world without empathy is a world without hope». Does pornography consumption really dehumanize?

Un porcentaje importante de las imágenes presentes en la pornografía heterosexual que se comercializa presentan el placer sexual masculino en un contexto de actos que degradan y deshumanizan a las mujeres. Más allá de esto, la pornografía en sí misma supone la cosificación del cuerpo femenino para obtener placer sexual. Todo esto disminuye la capacidad de los hombres de ver a las mujeres como seres enteramente humanos.

A significant percentage of the images in commercial heterosexual pornography present men’s sexual pleasure in the context of acts that degrade and dehumanize women. Beyond that, pornography itself is the act of consuming objectified female bodies for sexual pleasure. All of this diminishes men’s capacity to see women as fully human.

El amor consiste en dar, la pornografía en poseer. Una frase redonda y un tanto cursi, pero quizá ¿también algo de verdadera?

Love consists in giving, while pornography means possessing. An accurate phrase and a bit cheesy, but perhaps also true?

Sea o no cursi o sentimental, es acertada. Las sociedades liberales están comprensiblemente en contra de dictar una visión única de la moralidad sexual, pero eso no implica que no podamos criticar que, en la sociedad patriarcal, los hombres acostumbran a reclamar su derecho a poseer o controlar el cuerpo femenino. La pornografía es una forma de reclamación masculina de ese derecho asumido.

Whether or not it is cheesy or sentimental, it is accurate. Liberal societies are understandably reluctant to dictate a single vision of sexual morality, but that doesn’t mean we can’t critique the way that in a patriarchal society, men routinely claim the right to own or control women’s bodies. Pornography is one form of men’s assertion of that assumed right.

Sexualización y pornificación. Dos conceptos similares pero distintos, que hacen referencia a la sociedad occidental actual. ¿Se puede dar uno sin el otro?

Sexualization and pornification. Two similar but different concepts that refer to today’s Western society. Can one exist without the other?

Los seres humanos son seres sexuales. Nadie que yo conozca está a favor de la desexualización. La pregunta entonces sería: ¿concebimos nuestra vida sexual en un contexto de comunicación y conexión o en el del control y la conquista?

Humans are sexual beings. No one I know is in favor of de-sexualizing ourselves. The question is, do we explore our sexual lives in the context of communication and connection, or in the context of control and conquest. 

La cultura pornográfica que abarca ámbitos muy diversos —series, publicidad, moda, canciones—, y afecta a todas las sociedades, ¿nos acompañará como marca propia de nuestro mundo globalizado, donde consumo, bienestar y placer son semidioses?

Pornographic culture encompasses very diverse fields —series, advertising, fashion, songs— and affects all societies. Will it accompany our globalized world as one of its identity features, where consumption, well-being and pleasure are demigods?

Esta pregunta reconoce el daño que ha hecho la cultura de los medios de comunicación sociales y de masas. En una economía capitalista de consumo en masa como en la que vivimos estamos constantemente llamados no solo a adquirir posesiones, sino a presentarnos a nosotros mismos a los demás como objetos de deseo. Estamos inmersos en una cultura profundamente inhumana.

This question recognizes that the corrosive nature of contemporary mass-mediated and social-mediated culture. In a mass-consumption capitalist economy, we are constantly encouraged not only to acquire objects but to present ourselves as objects for others. I find it to be a profoundly inhuman culture.

El porno ético, el porno feminista… ¿una operación de marketing en la industria del sector, para maquillar las críticas hacia la pornografía mainstream?

Ethical porn, feminist porn… Is it a marketing operation by the industry to disguise the criticism of mainstream pornography?

La reivindicación de la llamada «pornografía feminista» o «ética» se desvía de una pregunta básica: ¿Por qué asumimos que las imágenes sexualmente explícitas son necesarias? En una sociedad basada en la imagen, solemos aceptar que todos los aspectos vitales aparezcan en los medios. ¿Es eso compatible con una cultura sexual sana? No digo que solo haya una respuesta posible, pero es una pregunta que hay que abordar. La urgencia por dar con una pornografía ética es una forma de evitar esa pregunta.

The clamor for so-called ethical or feminist pornography is a diversion from a basic question: Why do so many people assume that sexually explicit images are necessary? In an image-based society, we tend to accept that all aspects of life will be presented in mass media. Is that consistent with a healthy sexual culture? I’m not suggesting there is one and only one acceptable answer, but it’s a question we need to discuss. The rush to find ethical pornography is a way of avoiding that question.

El consumo de pornografía es un fenómeno global y más hoy con la facilidad de acceso. Pero es llamativamente más alto en países anglófonos, con Estados Unidos como líder indiscutible. ¿Hay alguna razón cultural o social que explique esta relación?

The consumption of pornography is a global phenomenon; even more so with today’s ease of access. But it is strikingly higher in English-speaking countries, where the United States is the undisputed leader. Is there any cultural or social reason that explains this relationship?

La cultura de Estados Unidos es la más rica de la historia y, tras la Segunda Guerra Mundial, ocupó una posición predominante nunca antes vivida. El desarrollo de las industrias del entretenimiento y la publicidad llevó los productos audiovisuales estadounidenses a todos los rincones de la tierra. Había mucho dinero que ganar y las compañías decidieron ir tras él. La pornografía es solo un ejemplo más de cómo el «liderazgo» estadounidense ha resultado ser un desastre.

The United States is the most affluent culture in the history of the world, and in the post-WWII era it occupied a position of unprecedented dominance. The growth of the entertainment and advertising industries pushed U.S. media products into every corner of the globe. There was money to be made, and corporations went after that money. Pornography is simply one more example of how U.S. “leadership” has been a disaster. 

 

(Traducción: María Campos)