Se habla mucho de la industria de la pornografía como un ente abstracto, como un viento que sopla y nadie sabe de dónde viene ni a dónde va. Poco se sabe de nombres, empresas, personas.

Uno de los pilares principales del mundo del porno online es MindGeek (anteriormente llamado Manwin), una empresa de origen canadiense, cuya principal actividad es la difusión de vídeos sexuales explícitos a través de internet.

MindGeek cuenta con los portales más importantes de pornografía a nivel mundial: PornHub, RedTube, YouPorn, etc. Por si fuera poco, también tiene sus propias productoras filmográficas, tan reconocidas como Brazzers, Digital Playgroun, Men.como RealityKings. Por lo que parece, en el mundo de la pornografía todo queda en familia.

En sus inicios, 2004-2007, Stephan Manos, Oussam Youssef y Matt Keezer fueron los quienes pusieron las bases, y en 2010, Fabian Thylmann adquirió estas empresas dando origen a Manwin (la actual MindGeek).

Se le puede considerar una de las compañías más grandes del mundo, por sus propiedades de sitios de pago y gratuitos, además de sus importantes estudios profesionales. (Aquí, en profesionales, cabrían unas grandes comillas…).

Sexual Wellness Center

La aristocracia del porno no para de reinventarse y buscar nuevas maneras de hacer consumible, atractivo, su producto. La última novedad es la creación de lo que han llamado “PornHub Sexual Wellness Center”, una plataforma web con información sobre la sexualidad y relaciones sexuales. Sin duda, una gran forma de lavar su imagen en los tiempos que corren. Una gran estrategia de marketing… y de cinismo.

Su eslogan: “Real Talk about sex from those who know it best”. Suena bien, muy bien, pero es necesaria una reflexión, completamente evidente: la industria del porno solo quiere ganar dinero. Nada más. No les interesa nuestra salud sexual, conocimientos o necesidades.

Tampoco olvidemos la cantidad de vídeos agresivos, machistas y humillantes para las mujeres, algunos incluso de violaciones explícitas. Por último, y no menos importante, el acceso incontrolado de los menores a estas webs, que se empapan de un contenido sexual que les puede interferir en su desarrollo y en futuras relaciones sexuales, volviendo adictos en ocasiones a cada vez más jóvenes y no tan jóvenes…

Después de este pequeño ejercicio de reflexión, volvamos a pensar sobre el “PornHub Sexual Wellness Center”. ¿Se imaginan a un narcotraficante que monta su propio centro de desintoxicación?, ¿o a un abogado que recomienda cosas ilegales a sus clientes para luego defenderles?, ¿y a un médico que recomienda algo poco saludable para tener más pacientes en su consulta?

No nos creamos todo los titulares, por atractivos, sugerentes y convincentes que parezcan a primera vista. La salud sexual es otra historia.