Oghosa Ovienroba es una británica de 22 años cuyo último video de su canal en Youtube se ha convertido en viral.

“Todo empieza cuando tenía 6 o 7 años y fui abusada sexualmente por un amigo cercano de la familia.”

A raíz de estas dolorosas experiencias Oghosa a los 15 años, se convirtió en adicta a la pornografía: cada vez necesitaba más cantidad, mayor regularidad y contenidos más extremos.

No solo el abuso sexual es un factor que predisponga a Oghosa a tener una adicción a la pornografía. Lógicamente hay muchas causas y variadas.

Ofrecemos 5 factores de riesgo a tener en cuenta en un adolescente:

  1. Problemas en el ámbito familiar, escolar o social. Un ambiente negligente a nivel emocional en el hogar, una falta de educación sexual, problemas académicos o con sus iguales pueden predisponer a la persona a buscar una evasiva a estos problemas usando la pornografía.
  1. Déficit de habilidades sociales. Las dificultades para relacionarse con sus iguales puede ser un factor determinante en las conductas que desarrolla el adolescente. La pornografía favorece la introversión debido a que no necesita más que un ordenador para poder conocer sexualmente a otras personas. Por tanto, puede retroalimentar las conductas de aislamiento del adolescente.
  1. Pocas habilidades de regulación emocional. La falta de potenciación de estrategias para poder regular las emociones puede ser muy perjudicial para el bienestar psicológico del adolescente. Y le puede conducir a la necesidad de adquirir conductas perjudiciales como el consumo de pornografía, que le ayuden a regular sus estados emocionales.
  1. Disfunciones Sexuales. Si existe algún tipo de dificultad a la hora de mantener relaciones sexuales, el miedo al fracaso y la presión por el rendimiento van a producir unos niveles de ansiedad muy altos. Esta persona comenzará a tener conductas evitativas con respecto a situaciones sexuales reales. El adolescente buscará entornos en los que se sienta más seguro, como una relación sexual virtual.
  1. Otras patologías clínicas. Es importante tener en cuenta la existencia de otras patologías en el niño como el TDAH, la depresión, TOC, ansiedad, ya que el propio cuadro sintomático puede llevar a la persona a ser más impulsiva o a necesitar paliar estos síntomas con estrategias disfuncionales.